Mediante estas acciones nos
dimos cuenta del potencial que teníamos para crear, y a vísperas del
Centenario, nos tiramos a la calle a pintar Costa Rica de Rojo y Negro.
Para nuestra sorpresa, esta locura fue adoptada por numerosos manudos en
todo el país y rápidamente vimos como, puentes, paredes y postes se
engalanaban con nuestros colores. Orgullosamente patrocinamos muchas
ideas, no solo con pintura e implementos, sino también con mano de obra,
ya que pasamos de no saber mucho de pintura a ir creciendo poco a poco,
y así hasta llegar a incomodar a otras aficiones.

Esa cercanía con la gente nos hizo conocer muchas historias de manudos de todo el país, de ahí nos dimos cuenta que mucha gente no seguía a La Liga de visitante, porque no existía un medio que lo facilitara, fue así como en 2019 llegó la buseta manuda. Guapiles, Limón, Pérez Zeledón, San Carlos y el inolvidable Jicaral, se convirtieron en nuestros destinos, niños, jóvenes y adultos mayores han sido nuestros compañeros de ruta, en un ambiente sano, donde en cada parada recibimos el calor de otros Liguistas, y donde se hizo costumbre entonar el himno de nuestra institución a todo pulmón.